Atrás

Inicio / Comunicación a clientes / ¿Bancos Centrales en problemas?

¿Bancos Centrales en problemas?

06 de febrero de 2017

¿Bancos Centrales en problemas?

Larrainvial

La política monetaria ha sido este año el causante de gran parte de la volatilidad del mercado. Principalmente, el foco en la decisión de la Reserva Federal (Fed) –si subirá o no su tasa de interés– ha estresado a los inversionistas, quienes han modificado sus perspectivas prácticamente todas las veces que hay reunión del Fed: ¿será en septiembre?, ¿será en diciembre?, ¿será el 2017?. No solo hemos sido testigos de la incertidumbre propia del mercado, sino que de continuas declaraciones de los integrantes del comité en una u otra dirección, que ha exacerbado la incertidumbre. La política de "comunicar" que ha adoptado el Fed después de la crisis de 2008 tiene efectos secundarios importantes que se traducen en fuerte movimiento de capitales.

En este contexto, se ha discutido mucho si los bancos centrales de los países desarrollados pueden hacer algo más por recuperar el crecimiento. La respuesta no es simple, y para nadie es un misterio que aquí hacen falta otros esfuerzos que no están en manos de los banqueros centrales. En términos simples, son los "gobiernos" los que deben impulsar medidas económicas (por ejemplo, macroeconómicas como el aumento del gasto o microeconómicas como reformas a las industrias que permitan ganancias en productividad) para que, apoyados por un escenario de bajas tasas, las empresas puedan volver a invertir y el crecimiento repunte. Sin embargo, los gobiernos de mercados desarrollados se encuentran en un puzzle complicado, ya que aún están muy endeudados y no es fácil aumentar el gasto. Y, además, las reformas microeconómicas necesitan voluntad y acuerdos políticos. Algo que, por ejemplo, escasea en España, donde aún no logran conformar gobierno.

Es claro, entonces, que por mucho que los bancos centrales transparenten sus políticas y agoten todos los medios para que éstas sean expansivas, necesitan de "coordinación" (en el sentido de que los involucrados trabajen por impulsar el crecimiento, por ejemplo). En ausencia de aquello, los bancos centrales de los mercados desarrollados pueden caer en otro problema complejo llamado "falta de credibilidad". Después de las últimas modificaciones de política monetaria en Japón, el mercado ha incrementado las críticas a la efectividad de estas medidas, lo que da luces de un problema incipiente.

Son años de políticas no convencionales (como los programas de compras de activos) y el crecimiento sigue bajo y la inflación no repunta. Ha incrementado la desconfianza, pieza clave en el esquema de actual de política monetaria, y el vaivén en las declaraciones del Fed no ayuda a disminuirla. ¿De qué sirve comunicar si nadie te cree? Y esto puede ser contextualizado desde el punto de vista de traspaso de política monetaria: si todos creen que un banco central no cumplirá sus objetivos, es probable que la inversión caiga (o no haya crecimiento), los bancos comerciales no puedan colocar créditos y toda la "expansión monetaria" termine guardada en las bóvedas de los bancos rentando cero o negativo.

Subir
Indicadores de mercado